En estas vacaciones tengo pocas obligaciones y además, de momento, voy cubriendo los objetivos. Varios de los libros en el punto de mira han caído dejando un exquisito olor y sabor a cadáver, ese listado “comentado” de los trabajos de estos últimos meses esta esbozado y ando buscándole lugar, quiero escribir algunas líneas más para alimentar este blog, no engordar, rebajar el miedo a cabezudos y gigantes de mis hijos, ordenar el escritorio del portátil, reorganizar mi mesa de trastos en casa, … he dado con una estrella de mar, cientos de peces, muchos erizos, karramarros pero aun no he dado con ningún pulpo.
En ese listado imaginario, por no escrito, queda algún libro de los de subrayar y aprender y un par de propuestas para el curso que viene.
Cuando digo “propuesta” me refiero a ese pequeño documento que empieza por un titulo y termina con un presupuesto. Algo sobre lo que podamos trabajar antes de comenzar una nueva aventura con otra organización, un “siteheentendidobien” para tomar decisiones y cerrar una pequeña hoja de ruta.
Todo comienza con una llamada, con un mail, a veces es un encuentro, un café, y en casi todas las ocasiones coge forma de pequeña reunión o entrevista. Aquí lo suelo hacer bien. Es verdad que en alguna ocasión no he procesado alguna información que debí de escuchar mejor, pero no me cuesta preguntar y mucho menos devolver y contrastar si lo que estoy percibiendo es parte de lo que me piden o no. Incluso cuando en este contraste el test me sale algo así como ”has escuchado cosas que no he dicho” me permito proponer una línea que se escapa un poco del centro. Lo justo para no asustar, para no invadir, sin olvidarme de lo que percibo y creo que es importante.
En casa tengo una pizarra. Suelo dibujar ideas, las notas del encuentro jugando a generar historias, uniendo con flechas las frases,… Cuando la encomienda es formativa o expositiva ya solo le falta la forma, la imagen. Las veces, como es el caso, dónde el dibujo describe un proceso más largo con un principio, un final y un viaje colectivo necesito acertar un poco más.
Se trata de “adivinar” la orientación que ponga a favor de viento el proceso. No tengo mucho standarizado. Sé lo que me gusta hacer, lo que hago bien. Conozco el impacto de algunos ejercicios puestos unos delante de otros. Estoy condenado a poner todas mis energías en escuchar lo que ocurre y devolver mis percepciones y en eso sé que invertiremos mucho tiempo.
A veces la propuesta es solo la definición del contexto, de las marcas que harán diferente el encuentro o sucesión de encuentros.
Y sabiendo que mi manera de trabajar es esta, no puedo dejar de sentir como que en cada concreción de la “propuesta” me alejo un poco del origen. De las necesidades dichas como intuiciones, como dolores, como fallas,… Como si estuviéramos eligiendo un camino y abandonando otras dos docenas de posibilidades. Sabiendo además que aunque algunos caminos pudieran confluir en metas similares no todos lo hacen.
Y creo que también es importante ser consciente de lo que quiero hacer y lo que no. Hay trabajos que no puedo hacer bien y otros compañeros y compañeras bordan. Me gusta que la energía este en el directo. No quiero invertir tiempo en grandes informes a priori o posteriori. En la digestión final devuelvo notas y me gusta acompañar los finales con algunas fotos o incluso un video. Reforzando el proceso, ese ya es un resultado.
Cuando la propuesta esta escrita a varias manos tengo más experiencias de placer que de frustración. El baile es lo más interesante. Podemos jugar a ojosdetrueba y no pasa nada o casi nada. El reparto de tiempos y tareas en el trabajo en directo da un oxigeno que multiplica las posibilidades. Esto se ve ya desde las primeras líneas; esto es tuyo, esto es mío y aquí bailamos. Este curso lo he pasado de miedo con Natxo y Enrique.
Concretar tiempos es el resultado de una especie de ecuación dónde prima lo que necesita la propuesta, seguido de lo que dispone el cliente y consciente del que puede soportar mi espalda. Me gustan las jornadas de 8 horas para formación, alrededor de una hora para exposiciones, sesiones de 5 horas separadas quincenal o mensualmente en procesos más largos, las supervisiones o coaching con equipos no más de dos horas cada vez, …
Y el documento tiene una forma. Suelen ser diapositivas de ppt. A veces uso alguna cita de algo que haya leído hace poco y creo resume cosas que quiero decir. No soy barroco, busco cierto aire románico ;D, me gusta dar continuidad con una tipo, con unos colores,… Poca información pero concreta, contar algunos fondos, … Me cuesta lanzar la propuesta por mail, aun a sabiendas de uno o varios encuentros para concretar. Es como dar por terminado algo que aun no ha comenzado o si…
A veces incluso adjunto un resumen de Curriculum, por si no me conocen. Aunque teniendo un blog… Además me cuesta definirme… Sobre esto otro post. Valga como introducción que me cuesta decir consultoría, la primera vez que me definió lo dijeron otros por mi.
Por ultimo el precio. Podría decir que no ha habido ningún trabajo que haya dejado de realizar por no haber consensuado un precio pero hace unos meses me ocurrió por primera vez y creo que esta bien. Sobre esto hay un montón de material del bueno como resultado de aquel akelarre artesano de hace unos meses. No puedo aportar más a la reflexión.
Y nada. Ahora a sacar unos ratos y cerrar esas aperturas…